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Foto del escritorALEXANDER RIASCOS

5 cualidades necesarias para la innovación empresarial


El desarrollo e innovación empresarial son dos de las estrategias imprescindibles para lograr el crecimiento de un negocio, sin embargo no deben ser dejadas a la ligera, ni mucho menos considerarse como una parte prescindible del desarrollo de la idea empresarial.


En especial en esta época en la que buena parte de los negocios parten de una esencia digital en el planteamiento de la empresa, resulta de vital importancia definir desde el primer momento qué es la innovación empresarial en el que se está planteando.


Al fin y al cabo, en ámbitos mucho más conservadores que otros, puede resultar que existan ciertas brechas entre lo que se entiende como creatividad e innovación empresarial y lo que representa realmente. Por otro lado, en ámbitos donde la innovación empresarial es el pan de cada día, puede resultar que algunos esfuerzos no sean vistos como suficientes dentro del entorno empresarial en el que se desarrollan.


De ahí que resulte de vital importancia que las cualidades necesarias para la innovación empresarial sean tan abiertas y adaptables para casi cualquier ámbito.

  1. Conocimiento del entorno competitivo

Desde la perspectiva empresarial resulta fundamental conocer el entorno competitivo en el que se desarrollan las tareas cotidianas que lleva adelante una empresa. De ahí surge el concepto de innovación empresarial: arte y ciencia en la creación de empresas, ya que sin este conocimiento el empresario andará perdido en el entorno sin importar las estrategias de marketing y ventas que implemente para hacer crecer su negocio.

Al conocer todo el entorno, el empresario no se dedicará únicamente a desarrollar sus productos y servicios a un nivel estratégico. También conocerá sus propias fortalezas y debilidades, de tal manera que será capaz de lograr un crecimiento interesante y sostenido al poder explotar de manera mucho más atinada sus ventajas en cuanto a productos y posicionamiento frente a la competencia.

Es decir: el conocimiento del entorno competitivo garantiza el uso eficiente de recursos y la construcción adecuada de la marca dentro del mundo empresarial, permitiendo al empresario enfatizar sus fortalezas en su comunicación y encontrar nuevas maneras de disminuir sus debilidades sin importar el momento en el que se encuentre en el desarrollo de su empresa.


  1. Resiliencia y resistencia

Si se habla de empresas y emprendimientos hay que ser muy realistas cuando pensamos en las capacidades de nuestro negocio: no te harás millonario en tu primera semana, y quien te diga que sí, posiblemente no lleva sólo una semana trabajando en su negocio. Del mismo modo hay que crear una cultura de resiliencia dentro de la organización.

La resiliencia es, nada más y nada menos, que la adaptación a las situaciones cambiantes así como el manejo acertado de nuestras capacidades estratégicamente más fuertes.

Por otro lado, la resistencia es la capacidad de mantener un esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo. Como dice la frase célebre “mejor paso que dure y no trote que canse”, eso significa que la resistencia es la capacidad de optimizar el rendimiento de los recursos por mucho más tiempo.

Mientras la resiliencia puede entenderse como una capacidad de adaptación al cambio, la resistencia se basa en el desarrollo de estrategias que permitan funcionar a la empresa y al empresario a lo largo del tiempo.

  1. Generación, selección y fomento de ideas innovadoras

Se tiene la creencia de que la creatividad e innovación empresarial son sólo factores que pueden desarrollar ciertas empresas específicas, mientras que están ajenas a otras. Por ejemplo: muchas empresas de gran envergadura creen que su funcionamiento actual es perfecto y no se abren a nuevas ideas que dejan “para las startups”. Este tipo de pensamiento impide que empresas consolidadas adapten ideas de la cultura empresarial de otro tipo de empresas que permitirían optimizar su funcionamiento.

  1. Una cultura cliente-céntrica

Hablar de los clientes puede convertirse en un dolor de cabeza para muchas organizaciones. Después de todo, sin ellos no existe modelo de negocio capaz de sostenerse, por ello se necesita un cambio de mentalidad que permita a las organizaciones y emprendedores:

  • Atraer📣

  • Convertir 💲

  • Fidelizar 💍

A los clientes de manera mucho más efectiva.

Con esto en mente pueden ser capaces de tomar nuevas líneas de acción que optimicen los esfuerzos de los equipos de marketing, ventas y soporte técnico.

El cliente centrismo es uno de los detonantes de grandes emprendimientos que se esfuerzan en brindar valor a sus relaciones más allá de una simple relación entre un producto y un proveedor.

  1. Una cultura analítica

Existen cosas difíciles de medir a nivel productividad, sin embargo resulta de vital importancia para las empresas poder desarrollar KPI 's medibles, funcionales y adaptables, de esta manera garantizan la efectividad de todos sus esfuerzos.

Mientras mayor capacidad de crear KPIs y adaptarlos al funcionamiento de la empresa, mejor se podrá evaluar la productividad y el funcionamiento de las diversas áreas que componen la organización y así podrán garantizar la correcta participación y la toma de decisiones a nivel negocio.

Analizar no se trata de una vigilancia constante e invasiva, pero sí se trata de llevar registros y formas de medición para cada una de las partes que componen la organización.



Estos son sólo algunos, pero no los únicos, elementos que contribuyen a la innovación empresarial. La cual no está hecha sólo para organizaciones y empresas emergentes, todos pueden verse beneficiados por ellas y sacar provecho de las distintas herramientas.


Redacción: Equipo AmoCRM


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