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Foto del escritorALEXANDER RIASCOS

Emprendimiento nuevo, vida nueva

El negocio empezó a crecer y daba para todo, hasta para irse de paseo más de lo acostumbrado, comprar la ropa de moda que querían, darse gusto con algunos caprichos que antes no se podían, entre otras cosas.  Viendo esto de manera general sería algo normal y producto de un gran esfuerzo probablemente, el problema era que el nivel de vida que llevaban antes ya era parte de la historia, ahora solo generaba placer los  paseos y “gusticos” más suntuosos.

Pasaba que el dinero que debía destinarse al propio negocio no se invirtió, las mejores utilidades se terminaron convirtiendo en gastos y el negocio que en su momento daba muy buenas utilidades requería más inversión para sostener su crecimiento.

Ante la dualidad de satisfacer el deleite propio, darse el status de un nuevo empresario o aplazar dicho “gusto” para invertir en el negocio, empezó a ganar la batalla el decrecimiento del negocio; ya nada era igual, el mercado exigía más, era necesaria la expansión y ya lo recursos no estaban, estaban inyectados en la vanidad del dueño, traducidos en nuevo carro, el viaje, la vestimenta y cuanto placer se ocurrió.

El negocio no soportó el derroche, se fue desangrando al punto que fue desapareciendo poco a poco, llegaron los préstamos a terceros, el sobreendeudamiento con los bancos y todo esto llevó a que no aguantara tanta recarga y todo terminó, el negocio tuvo que cerrarse.

Esta es la historia de un microempresario que vio crecer su negocio de una manera tan vertiginosa que le hizo creer más que justo pero de manera acelerada cambiar de manera radical sus hábitos y calidad de vida y no equilibró sus gastos vs la reinversión al negocio.

Para evitar este tipo de situaciones no se necesita al mejor contador, o al mejor financiero, se requiere adquirir la plena conciencia del objetivo que se tiene y quizá si aún no tiene esa capacidad o disciplina es necesario que se acompañe de alguien o acciones que le ayude a adquirirla, tome medidas cuando se puede no sea que cuando quiera hacer algo sea demasiado tarde.

En memoria de ese 75% de negocios que cerraron antes de los 5 años.

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