
Precio final no necesariamente es costo más utilidad. El costo está estrictamente supeditado al rubro que usted debe invertir para producir el bien o servicio, y la utilidad es lo que usted espera ganar después de asumir lo anterior, los costos.
Ahora quiero que piense como cliente de su propio producto o servicio, ¿estaría usted dispuesto a pagar ese precio por lo que le están ofreciendo? no responda esta pregunta con pasión, y haga en el intento por desprenderse de apegos, o, mejor dicho, compórtese igual de crítico como cuando va a comprar, piense en el posible regateo, en la competencia que vende lo mismo, etcétera.
El promedio de personas estaría dispuesto a pagar sin regateo o titubear sólo si percibe valor en lo que le están brindando. En otras palabras, la decisión de compra no depende del cliente, sino de usted. De acuerdo a eso, ¿por qué su producto tiene ese precio? ¿qué valor ofrece usted en cada momento de verdad, en cada venta?
Recuerde que el valor lo agrega usted en cada interacción que tiene con el cliente, en el producto o servicio mismo, en la experiencia que el cliente se lleva, en la posventa, en la innovación constante y la fidelización.
Si esto es así, ¿por qué sigue vendiendo bueno, bonito y barato? es hora de preocuparse por agregar valor a lo que hace y realmente ser diferente, hacer la diferencia muchas veces trasciende una inversión económica, es más de actitud y voluntades de todo su equipo de trabajo.
Comments